Columnistas
CRISTINA CARDELL, HADA DEL BALLET
Por Leonardo Zaleta Juárez
Cronista de la ciudad
Eran los primeros días del año 1951, azotaba el invierno. Los aparadores y las calles aún lucían los adornos alusivos a la temporada navideña.
Una mañana fría tocó a la puerta de la vivienda de la familia Cardell, en la calle Mina No. 141, en pleno centro de la ciudad de México, un joven que debía entregar un encargo que mandaba de Poza Rica la señora Ada Neri Garcés, esposa del trabajador petrolero Heriberto Fierro, bombero, compañero de gimnasio en box y lucha del portador.
Era un dinero destinado a doña Juanita, madre de Ada Neri, que cuidaba a su hijo que recientemente había sido intervenido quirúrgicamente, y con ese motivo se encontraba convaleciente en el hogar de la familia Cardell, sus amigos. Mientras doña Lucía y Juanita se entretenían bordando y tejiendo, Cristina, voluntariosa y joven, ayudaba a atender con esmero al enfermo.
Abrió la puerta y entró el emisario. Saludó a la joven, a su mamá, a doña Juanita, al enfermo y a la nena Ema Pulido. Después de las presentaciones de rigor y de entregar el dinero, entre los jóvenes comenzó la charla amena y sugerente. El joven se encontraba en la capital para tomar un curso de 3 meses en el Cuerpo de Bomberos.
Pasaron algunas horas, más de las que requería la sencilla encomienda; el visitante se despidió, pero en la calle estuvo pendiente de la hora en que sabía que Cristina acostumbraba salir a hacer algunas compras para la merienda. La abordó causándole una grata sorpresa, y caminaron platicando como dos viejos amigos que se encuentran después de una larga ausencia. No hubo coqueteo, simplemente atracción mutua, identidad y química. Cuando se despidió, él ya sabía que la iba a volver a ver. En el cielo de las ilusiones de la güerita de opulenta belleza ya estaba sembrada la raíz de la esperanza.
Todavía no terminaba el día, pero Cristy ya sabía que la aparición bienhechora que había llegado a su vida intempestivamente se llamaba Simón Villegas Becerra, había nacido en la capital de la república en 1919. Había sido enviado a Guanajuato para estudiar en el seminario, pero tuvo que regresar a la ciudad de México cuando falleció su padre. Estudió locución y publicidad y se encaminó a Poza Rica donde tenía un tío llamado Antonio que trabajaba en Petróleos Mexicanos. Para facilitar su acceso a la empresa, lo registró como hijo en Coatzintla, al igual que a sus otros tres sobrinos huérfanos.
En Pemex lo asignaron como obrero al departamento de combustión interna. Ahí conoció al Sr. Agustín Espinoza Torres, que lo fue relacionando y orientando en el medio. A Simón le gustaba el baile, la música, el teatro y el deporte.
Cristina, sin ocultar su entusiasmo, le comentó a su mamá el encuentro que había tenido con Simón en la calle, y le dijo: “Con este muchacho me gustaría casarme”. ¿Y tu novio? Es que la madre no sabía que desde la primera entrevista se había iniciado el idilio. La hija no contestó el interrogatorio. Se fue a la cama con la certeza de que Simón era un joven sano con muchos sueños por realizar. “Con él me voy a casar”, vaticinó, y después se quedó dormida.
Ella tenía 18 años. Simón, que frisaba los 31, había quedado deslumbrado con la luz de su sonrisa, con ese par de ojos color miel y ese cuerpo grácil moldeado por el ejercicio. Sabía que esa era la mujer a la que podía amar toda la vida. Inventaron el amor desde el primer minuto y los envolvió de manera imperceptible, suave y terso, como una sonata de Beethoven o un soneto de Neruda.
A partir de ese instante, las visitas se hicieron cotidianas. A Simón le quedaba cerca el hotel, la estación de Bomberos y el domicilio de Cristina, que era su ruta diaria. Si no había motivo lo buscaba, porque los jóvenes enamorados siempre encuentran el puente invisible para que dialoguen los corazones. Y la llama de la pasión es ineluctable, no la avasallan consejos ni cautelas.
En el esplendor de la juventud, la pareja vivió un romance fulminante, de esos que incendian la sangre y calcinan el alma. Eran seres gemelos; ella, hermosa como una muñeca, él, apuesto y refinado. Y como las grandes decisiones no pueden esperar, quince días después de haberse conocido, Simón pidió en matrimonia a Cristina, y los padres conturbados aceptaron la decisión de su hija. Eran cosas del destino.
El 21 de enero de 1951 contrajeron nupcias con determinación, regocijo y la celeridad de un trámite impaciente y sumario. La celebración tuvo como recinto el Casino de Bomberos que le fue facilitado al ansioso novio, con la condición de que ese día de gloria portara el traje de gala de la corporación. Cristina lucía radiante con su velo, corona y un estilizado vestido blanco que hacían resaltar su figura refulgente.
Como era de esperarse, una vez cumplida la comisión, los recién casados se trasladaron a Poza Rica. Se instalaron en la céntrica colonia Obrera, en la casa que el superintendente de Pemex le había asignado a Simón en calle 14 Norte No. 2, donde tuvieron como vecinos a don Agustín Espinoza y su esposa Virginia Vizcarra, Nemorio Martínez Passarón y su esposa Anita Figueroa, y otras familias.
Egresada de la Academia de Teatro y Danza Infantil del INBA, tuvo que acostumbrarse a sus nuevas ocupaciones: cocinar y preparar el bastimento para su marido que a veces trabajaba jornadas nocturnas. Llenar la portavianda de alimentos era toda una epopeya, así lo entendió cuando Simón le comentó que todos los guisados caldosos se derramaban, y le suplicó que, por favor, no le pusiera la rebanadita de pastel para no sufrir las burlas de sus compañeros.
El entusiasmo por la danza y los escenarios corría bajo la piel secretamente adormecido. De la mayor importancia era combatir el calor con una limonada y el pañuelo, con el abanico de mano o el ventilador eléctrico para espantar los zancudos que con el atardecer se alborotaban.
En esos tiempos, Simón pertenecía al cuadro artístico fundado en 1935 por Antonio Taber, Marcelino Reyes, Lucía Becerra, Antonio Arjona, Manuel Avilés, Pluvio Castro y otros entusiastas amantes del arte dramático. A partir de 1937 recibió el patrocinio de la Sección 30. Originalmente celebraban las funciones en la antigua galera ubicada donde hoy está la plaza cívica. Aficionados al baile, al teatro, al canto, a la música y hasta a la gimnasia, sus programas eran preparados con el mayor esmero.
La expropiación petrolera provocó algunos desajustes económicos en el país, pero ya en 1945, el cuadro artístico presentaba regularmente obras de teatro de reconocidos autores.
Marcelino Reyes, secretario de previsión social, se relacionó con el INBA y así, Samuel Rojas vino a dirigir a los actores pozarricenses. Sus honorarios se le pagaban como si cumpliera un contrato de trabajo con Pemex, pero asignado a la cátedra de teatro.
Con la inauguración del Teatro Social en 1947, este fue su escenario, su casa. Tenía un aforo de 1,200 butacas. Sus funciones eran noches de gala donde hasta el público vestía con elegancia.
Luis Aragón vino a impartir arte dramático y a dirigir a los jóvenes del cuadro artístico en enero de 1948. Este director permaneció aquí más de un año.
El jueves 18 de marzo de 1948, el cuadro artístico presentó el drama “18 de marzo” original de Ricardo Mutio, bajo la dirección de Carlos López Santillán. Simón personificó a un “guardia blanca”.
En 1950, para continuar el mismo proyecto vino Andrés Soler, auxiliado por la actriz Amanda del Llano. Fue en este tiempo cuando Simón, bombero voluntario, como ya sabemos, fue comisionado a la capital del país.
Así las cosas, el joven matrimonio era inseparable. Cristina acompañaba a Simón a los ensayos. Inició la amistad con las damas: Amalia Mendiola, Juanita Cobos, Dora y Lilia Martínez Danini, Alicia Villagómez, Eufrosina Banda de Pérez, etc.
Algún imponderable sucedió, el caso es que la pareja del bailarín Macario Romero no podía actuar. El número del programa era una pieza de mambo. Cristina, que estaba tras el telón acompañando a Simón, fue convencida para que sin previo ensayo actuara. Los bailarines fueron muy aplaudidos, el éxito fue rotundo.
Entonces, Macario Romero formó el grupo “Maco y sus mamboletas”. Las exponentes del ritmo sincopado creado por el cubano Dámaso Pérez Prado eran Olga Hernández Bauza, Amalia Mendiola, Guillermina Sánchez y Cristy, por supuesto, ya que Simón la animaba para que retomara el camino de su vocación. Bailar el alborozado mambo por el momento era sólo un paliativo.
Haciendo una titánica labor de concientización, en marzo de 1951 comenzó a recibir en su domicilio a sus primeras alumnas. Meses después, la matrícula rebasó las 60, hijas de trabajadores petroleros domiciliados en el interior del campo Pemex, entre ellas Arlene y Bárbara Merino Westcamp, hijas del superintendente. Acondicionó la sala de su casa y el corredor que hacían las veces de salones de clase.
Cristina organizó el primer festival de fin de cursos para mostrar a los padres de familia y al público en general, el futuro que en este atractivo arte tenía la juventud pozarricense, especialmente la femenina.
Era la aurora de la danza en este arrinconado campo petrolero fecundado por el radiante sol del trópico. (Continuará)
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De los Ángeles a los Demonios. Día Mundial del Medio Ambiente: Reimagina, recrea, restaura
Dra. Denisse de los Ángeles Uribe Obregón
Magistrada del H. Tribunal Superior de Justicia
El próximo cinco de junio se conmemora el Día Mundial del Medio Ambiente, ya que su trascendencia es considerada como la fecha más importante del calendario en materia medioambiental; los antecedentes de su instauración se remontan a junio de 1972, cuando Naciones Unidas realizó la primera gran conferencia sobre el medio humano, la cual tuvo lugar en Estocolmo, Suecia.
Como resultado de este coloquio, el 15 de diciembre de ese mismo año, se llevó a cabo la reunión de la Asamblea General de la ONU en donde se aprobó la resolución A/RES/2994/XXVII, la cual estableció el Día Mundial del Medio Ambiente, con el propósito de exhortar a los gobiernos y a las organizaciones para emprender actividades encaminadas a proteger nuestro planeta.
Es preciso señalar que durante la mencionada reunión también se aprobó la resolución que dio origen al programa de las Naciones Unidas para el medio ambiente, cuyo objetivo principal es promover el uso racional de los recursos naturales e impulsar el desarrollo sostenible.
Durante este año, el Día Mundial del Medio Ambiente estará enfocado en crear conciencia sobre la importancia de cuidar los ecosistemas; bajo el lema “reimagina, recrea, restaura” desde Pakistán, sede de esta celebración, se darán a conocer las estrategias orientadas a prevenir, detener y revertir el daño causado a la naturaleza, además de que marcará el inicio del Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas.
La cooperación internacional ha traído como resultado un impacto positivo en el desarrollo del derecho ambiental, produciendo importantes cambios legislativos e institucionales en los países; desde la década de los setenta a la actualidad, México ha firmado 77 Tratados Internacionales o acuerdos interinstitucionales en la materia, entre los que destacan la Declaración de la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Humano y la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo.
Por cuanto hace a la legislación nacional, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos reconoce en su artículo cuarto, párrafo quinto, el derecho humano al medio ambiente sano para el desarrollo y bienestar, además de establecer que el daño y deterioro ambiental generará responsabilidad para quien lo provoque en términos de lo dispuesto por la ley.
La Reforma Constitucional que incluyó este derecho humano, se publicó en el Diario Oficial de la Federación el 28 de junio de 1999, no obstante que desde 1988 se promulgó la Ley General de Equilibrio Ecológico y la Protección del Ambiente, la cual establece los presupuestos mínimos para la preservación y restauración del equilibrio ecológico y tiene entre sus objetivos definir los principios de la política ambiental y los instrumentos para su aplicación.
Actualmente se encuentran en vigor quince leyes de aplicación nacional en materia medioambiental, así como reglamentos y Normas Oficiales Mexicanas (NOM) derivadas de éstas, además cada entidad federativa cuenta con una ley local de protección al medio ambiente.
Por cuanto hace a las autoridades federales encargadas de promover el cuidado a la naturaleza, las más importantes son: la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, cuyo objetivo es brindar garantía al desarrollo sustentable y al equilibrio ambiental, así como la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, encargada de vigilar el cumplimiento de las disposiciones legales y salvaguardar los intereses de la población en temas relacionados con la naturaleza, además de sancionar a las personas físicas y morales que violen la legislación ambiental.
Asimismo, existen numerosas fundaciones y asociaciones cuyas acciones están encaminadas a proteger la naturaleza, tales como el Centro Mexicano de Derecho Ambiental y Pronatura, sin embargo, debemos estar conscientes que preservar nuestro planeta es una tarea que nos corresponde a todas las personas, toda vez que nuestra supervivencia y bienestar dependen de su cuidado y protección.
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El caso Ximenes Lopes
Por José Roberto Ruiz Saldaña
Recientemente tuve la oportunidad de exponer de forma virtual, a invitación de la Casa de la Cultura Jurídica Veracruz, de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) en el Caso Ximenes Lopes vs Brasil (2006). Se trata no solo del primer pronunciamiento convencional sobre los derechos de las personas con discapacidad mental, sino de una sentencia clara y contundente que fija los estándares de actuación de los Estados parte en servicios de salud mental.
El asunto se originó con motivo de lo sucedido al señor Damião Ximenes Lopes quien en octubre de 1999 ingresó, por segunda vez, a una clínica de salud mental privada por problemas de nervios, pues no quería comer ni dormir y no tomaba sus medicinas. No obstante que su ingreso se dio en perfecto estado físico, sin señales de agresividad ni lesiones corporales externas, entró en un baño del que se negaba a salir, por lo que fue dominado y retirado a la fuerza por un auxiliar de enfermería y otros pacientes; a la postre fue sometido a contención física la cual duró toda la noche; en la mañana su madre lo visitó y lo encontró sangrando, con hematomas, con dificultad para respirar, agonizante, aún sometido; finalmente murió.
En la sentencia destacan, entre otras, las consideraciones de la Corte IDH en torno a las obligaciones de los Estados así como la especial atención a las personas con enfermedad mental. Por lo que respecta el primer aspecto, la instancia internacional sostuvo que los Estados tienen la obligación de prevenir que terceros interfieran indebidamente en el goce de los derechos a la vida y a la integridad personal; en este sentido, los Estados tienen el deber de regular y fiscalizar toda la asistencia de salud prestada a las personas bajo su jurisdicción, independientemente si la entidad que la presta es de carácter público o privado; así, los Estados son responsables tanto de regular permanentemente la prestación de los servicios y la ejecución de los programas nacionales relativos al logro de una prestación de servicios de salud públicos de calidad, como de crear mecanismos para inspeccionar y fiscalizar las instituciones y establecer procedimientos disciplinarios o judiciales para casos de conducta profesional indebida o de violación de los derechos de los pacientes.
Por su parte, en relación a la especial atención a personas con discapacidad mental, la Corte IDH sostuvo que toda persona que se encuentre en una situación de vulnerabilidad es titular de una protección especial; que las personas con discapacidad a menudo son objeto de discriminación por su condición, por lo que los Estados deben adoptar medidas para eliminarla; que de hecho las personas con discapacidad que son sometidas a tratamientos en instituciones psiquiátricas son particularmente vulnerables a la tortura u otras formas de trato cruel, inhumano o degradante; asimismo, que los Estados deben garantizar que se preserven los derechos de los pacientes de instituciones psiquiátricas de recibir un tratamiento digno, humano, profesional y ser protegidos contra explotación, abuso y degradación.
Esta sentencia, cabe decir, ha prácticamente iniciado una línea jurisprudencial de la Corte IDH en materia de debida gestión de servicios de salud, esto es, ha guiado razonamientos en casos en que se han visto afectados distintas modalidades del derecho a la salud, como en los Casos Suárez Peralta vs Ecuador (2013), I.V. vs Bolivia (2016) y, más recientemente, Poblete Vilches vs Chile (2018). Su importancia radica en que la Corte IDH ha dejado muy claro el deber de los Estados de regular y fiscalizar las instituciones que prestan servicios de salud, como medida necesaria para la debida protección de la vida e integridad de las personas bajo su jurisdicción, es más, el Estado no solo debe regular y fiscalizar las instituciones de salud sino que tiene el especial deber de cuidado en relación con las personas ahí internadas.
Este precedente interamericano no obliga solo a Brasil sino a todos los Estados parte de la Convención Americana de Derechos Humanos por lo que hace a exigibilidad en los parámetros de actuación en tales servicios de salud. Con esa sentencia y todas aquellas con línea jurisprudencial en torno a dicho derecho, en México se debe regular y fiscalizar aún más los servicios de salud.
Consejero electoral del INE
@Jose_Roberto77
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Ni para profetas, ni para demagogos.
“Poza Rica, experta en refinerías. Sueños moluscos, realidades invertebradas”
Por Lic. Héctor Hugo Viveros G. Saldaña.
Poza Rica es una ciudad que cuenta en su historia, la historia de la industria petrolera de México. En resumidas cuentas, explotación de recursos naturales, fuga de dinero, sostenimiento de infraestructura y plantilla laboral por razones políticas y no técnicas, contaminación y crisis.
Desde hace décadas, la producción de hidrocarburos en Poza Rica dejó de ser suficiente para sostener el mantenimiento de la infraestructura y la plantilla laboral de los años 80’s. El problema adyacente es que la comodidad en las jornadas laborales y las altas prestaciones de los trabajadores de Petróleos Mexicanos eran inalcanzables para cualquier otro empleador. Ahora son inalcanzables para Pemex. Los accidentes fatales también se han hecho presentes.
Desde hace años, los criterios para sostener la infraestructura y la plantilla laboral responden al interés político más que una estrategia comercial financieramente sostenible, y como en muchas cosas, la pandemia nos vino a enfrentar con la realidad y la contratación de más plantilla laboral para simular una recuperación económica inexistente en la empresa que se vio obligada a detenerse.
El último suspiro de recuperación de esa industria en esta región sucedió en el sexenio 2006-2012. Las estrategias de Calderón reactivaron momentáneamente la industria, pero la inversión privada nacional y extranjera no soporta las deudas millonarias con las que Pemex operó durante mucho tiempo. Después de hacer quebrar a varias empresas, la realidad dejó de nuevo sin empleo a decenas de miles y a varias empresas quebradas por los créditos otorgados a Pemex. A la fecha, un contrato de Pemex ya no es recibido como garantía en préstamos, porque a pesar de que el Presidente declara que la corrupción y el robo de hidrocarburos ya se erradicaron, la realidad es que Pemex garantiza su necesidad pero no el pago por la obra ejecutada, los servicios prestados o los productos adquiridos. Esto es una realidad persistente y el retraso en los pagos de deuda han producido la pérdida de miles de empleos y la desaparición de decenas de empresas que quebraron esperando el pago de Pemex.
La ganancia de votos que genera las promesas de esos años de gloria, por cierto inexistentes, es una realidad molusca como su promotor: sin estructura y sin sustento, con pies y cabeza, pero sin huesos que lo sostenga.
Además, depender de una industria que explota recursos no renovables tiene un sólo destino: su desaparición de la industria junto con el recurso que explota. La opción es la fractura de la piedra porosa, técnica que condena a la muerte a la flora y fauna endémica del lugar en el que se practica, lo cual es un hecho demostrado y documentado en todo el mundo. A mediano y largo plazo la migración generada por el desempleo habría que sumarle la migración generada por la contaminación, de por sí ya grave, de los mantos acuíferos de los que se obtiene el agua potable de la ciudad. El costo de salvar la industria es matar al medio ambiente y los otros recursos para el sustento de la vida humana.
Seguir viviendo de la industria que está condenando al planeta a un periodo de extinción de especies semejante al del pérmico-triásico no es por ningún motivo una opción ética, y tampoco debería ser el centro de la propuesta de recuperación económica.
Poza Rica, necesita asumir la realidad de los hechos: 1) Pemex aprendió aquí, que los complejos petroquímicos son insostenibles ante determinadas circunstancias, y los trabajadores de la empresa saben bien porque aquí no es negocio; 2) El mayor número de empleos y productividad de la ciudad dependen de otras actividades terciarias en las que Pemex no interviene; 3) Cada 3, 4 o 6 años escuchamos el mismo discurso que promete una mega inversión para Pemex y esta nunca llegó ni llegará, prueba de ello es que ante la disposición de once mil millones de pesos, Pemex prefirió implementarlos en el extranjero y no en Poza Rica; 4) Es necesario entender y comprender que impulsar una industria que tiene como resultado final la emisión de gases de efecto invernadero y el incremento del promedio mundial de la temperatura global es éticamente insostenible; 5) La mejor opción es emanciparse de Pemex y apuntalar el desarrollo económico de la ciudad a otras actividades comerciales, que dependan menos de la intervención política y más de la innovación ciudadana; y 6) Cuando el gobierno federal tuvo dinero para invertir en la industria, Poza Rica no fue una opción, a pesar de un alcalde, diputada local, que además es presidenta del Congreso del Estado y una diputada federal que hoy busca reelegirse y al gobernador del estado que pertenecen al mismo partido político del Presidente, no mandaron dinero ni para pagar la deuda de Pemex o para reactivar la economía de la ciudad que se rindió a sus pies en las urnas en las últimas 3 elecciones.Contacto: