Ciudad de México.- El director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Germán Martínez Cázares, presentó su renuncia este luego de denunciar la injerencia “perniciosa” de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público en el organismo, las estricta austeridad y el menosprecio que hay hacia los trabajadores en materia de salud.

A través de una carta publicada en el portal del gobierno federal, Martínez Cázares explicó que el IMSS redistribuye en sus servicios más de mil millones de pesos diarios, que van “desde cuidados prenatales hasta tratamientos paliativos antes de morir”, por lo que considera que “controlar en exceso esos recursos, que son de trabajadores y empresarios, sin racionalidad y sin apego a las normas del IMSS, puede acabar con esa dinámica de solidaridad social”.

En ese sentido, culpa a “algunos funcionarios” de Hacienda que “tienen una injerencia perniciosa en el IMSS” y que sus acciones son de “esencia neoliberal”, a pesar de que el presidente Andrés Manuel López Obrador decretó el fin de esa era.

“Ahorro y más ahorro, recortes de personal y más recortes de personal, y un rediseño institucional donde importa más el ‘cargo’ que el ‘encargo’”, puntualizó Martínez en el texto, quien añadió que se debe priorizar a los pacientes antes que a los burócratas.

Más que una reforma reglamentaria, sugirió, se requiere de una reforma legal para que el organismo se acople a un sistema universal de salud y al modelo preventivo, que se adecúe a la nueva realidad laboral.

“Algunos funcionarios de Hacienda intentan una remodelación cosmética del IMSS, donde se pretende reformar el Reglamento para colocar funcionarios administrativos en los Estados desde la Secretaría de Hacienda, y así anular a los Delegados que este Consejo Técnico aprobó”, abunda y precisa que esto es para que puedan administrar al IMSS desde lo local.

“Muchos trabajadores siguen sin certeza laboral, otros sin contrato, algunas vacantes aumentan, el rezago en infraestructura es brutal (…) los contratos y convenios de servicios se rezagan, y algunos están por vencerse sin horizontes de legalidad y eficiencia”, reveló.

La austeridad en la que Hacienda insiste y presiona tiene “dos consecuencias fatales”, según Germán Martínez, y son la pésima atención de los pacientes y el fortalecimiento de los servicios de salud privados, lo que pegaría en el bolsillo de los mexicanos.

Tras hacer hincapié en que racionar así el gasto en salud es inhumano, cuestionó que Hacienda crea que los ahorros en el IMSS se puedan desviar a otros fines y recordó que la ley del Seguro Social establece que el organismo no está obligado a concentrar sus recursos en la Tesorería de la Federación.

“Se han despedido trabajadores eventuales, con las disposiciones de Hacienda, cuando muchos de ellos podrían estar incluidos en el programa prioritario de Jóvenes construyendo el futuro”, prosiguió y reprochó que Hacienda no se preocupe en dar seguridad social a los jornaleros del campo, a los repartidores de comida o choferes.

“Siempre he tratado de guiar mi vida por convicciones. No soy lambiscón, ni barbero de nadie (…) Creo y defiendo al Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. No es florero de nadie, como él mismo lo dice. Yo seguiré su ejemplo: tampoco yo seré florero en el IMSS de decisiones tomadas fuera del IMSS”, polemizó antes de presentar oficialmente su renuncia como director general del IMSS.