Pánuco, Ver.-  Quizá uno de los sitio más emblemático de Pánuco, y referente del catolicismo, además de los más antiguos de esta localidad que va acompasado con el nacimiento de la localidad, es la ermita  del ejido de Tampaca o Tampacas, denominada Santiago Apóstol.

Y es que este lugar de oración en antigüedad, apenas se encuentra en segundo lugar de la Ermita “Del Rosario”, ubicada en la Antigua Veracruz; pues recordemos que Hernán Cortés a su llegada a estas tierras donde desembarcó en el año 1519 en lo que denominó La Villa Rica de la Vera Cruz hoy Veracruz, posteriormente sienta sus bases en Santisteban del Puerto, hoy Pánuco en el año 1522.

Entonces construyeron la primera Ermita en América en el año 1523, hace casi 500 años, por lo que se deduce que el edificio situado en Tampaca en el Segundo Municipio fundando por Hernán Cortés de la América Continental, fue construido por los Franciscanos después del año 1695 en pleno Virreinato de la Nueva España.

Este pequeño pero poderoso inmueble, tiene muros  “junteados” con cal veneciana; por lo que es un edificio histórico que debería recuperarse y restaurar ante la cercanía de los 500  años de la fundación de Pánuco.

Esta ermita ahora en el abandono, era un punto de oración de los misioneros que venían a los procesos de evangelización, seguramente de los huastecos.

Cabe señalar que a casi doscientos metros de este sitio religioso, se ubica el panteón de Tampaca, lo que da lugar a leyendas desprendidas por los lugareños, en su mayoría agricultores.

Tristemente y durante décadas tan representativo lugar, ha estado en completo olvido, lo que ha originado que parte de su infraestructura haya sucumbido, al paso del tiempo, y de la poca importancia que autoridades municipales han prestado para con la ermita.

Este tipio de sitios, de rescatarse, seguramente sería un imán para los amantes del ecoturismo, o turismo rural.

Baste recordar que Pánuco cuenta con reservas naturales, que por desgracia no han sido bien aprovechados, por los gobiernos locales.

La ermita aunque pequeña y deteriorada, aún conserva su majestuosidad; sobre todo en su cúpula, que semeja una especie de observatorio, similar a la que construyeron los mayas, pues tiene unas ventanas que conectan a los cuatro puntos cardinales.

En el techo de esta cúpula tiene una especie de extensiones que semejan los tentáculos de un pulpo, y por momentos hacen pensar en edificaciones moriscas.

Entre las leyendas a destacar, es la figura o estampa del santo Santiago Apóstol, que fue llevada en un principio a la iglesia de San Esteban, principal templo del rito católico ubicado en el primer cuadro de la ciudad.

Sin embargo la estampa, al siguiente día extrañamente aparecía en la ermita de Tampaca, por lo que los lugareños decidieron que debería quedarse en este lugar en definitiva.

También se teje la leyenda de que en el cementerio de la referida localidad, se aparece una niña, la cual está enterrada en este rustico  camposanto.

Y es que el poblado de Tampaca apenas se encuentra a escasos 10 minutos de la cabecera  municipal, conectado por un camino de terracería que parte de la colonia Florida, y que por fortuna se encuentra en óptimas condiciones, lo que facilitaría la llegada de los amantes del turismo religioso.

En Pánuco no hay un programa o fideicomiso para el rescate de esto inmuebles, como en su momento lo tuvo la vecina población de Tampico en Tamaulipas, y se logró rescatar el centro histórico del puerto jaibo.

Francisco Díaz