Con amparo provisional infringen normas sanitarias, ecológicas, de Protección Civil y hasta de Comercio

Poza Rica, Ver.- Por decirse protegidos con la posesión de un amparo que les entregó un juez federal, decenas de taqueros ubicados en la calle 10 Norte esquina con 4 Oriente en la colonia Obrera, se rehúsan a quitarse de dicho lugar y retan a las autoridades, ya que aseguran, son irremovibles.

Por ello hacen de las suyas, pues obstruyen la totalidad del espacio de las banquetas y parte de las calles, además que trabajan en las peores condiciones sanitarias.

Vecinos están hartos de tanta impunidad, pues estos mercaderes trabajan hasta altas horas de la madrugada, además que son factor de una grave contaminación, puesto que vierten sus desechos de aceite y grasa en los drenajes, lo que provoca la proliferación de fauna nociva.

Es increíble la complacencia de las autoridades sanitarias, pues los productos que comercian son de ínfima calidad, sin el más mínimo cumplimiento de las normas establecidas, pues no cuentan con agua corriente y todo lo realizan sin las medidas higiénicas correspondientes.

De igual manera, el amparo no los exime de contar con los protocolos de seguridad por el uso de cilindros de gas que están ubicados cerca del fuego que utilizan, lo que representa un riesgo latente de explosión.

Cuentan con una suspensión provisional

Gozantes de la justicia federal que obtuvieron por pagar entre cinco y diez mil pesos, se niegan a ser removidos a otra zona bajo el argumento de que eso les afectaría de distintas maneras. Hasta el momento, el juez concedió la suspensión provisional, más no definitiva, lo que quiere decir que aún está por verse si se quedan para siempre o de manera temporal.

En consecuencia, los días en esas arterias para dichos comerciantes podrían estar contados, pues si bien es cierto que un juez federal les concedió el amparo, este medio logró saber que cuentan con un documento que los protege como una supuesta asociación, pero el documento no especifica el nombre de cada uno de los taqueros que ahí se instalan, lo cual es importante para reclamar sus derechos.

En repetidas ocasiones, personal del ayuntamiento ha intentado retirarlos, al igual que a otros comerciantes de la zona centro, por considerar que obstruyen la vía pública, acaparan lugares para estacionar vehículos y, derivado de las constantes quejas de los vecinos quienes se dicen hartos de estos ya se encuentran ahí día y noche.

“No nos oponemos a que vendan, pues finalmente con eso llevan de comer a sus casas y eso es respetable, pero que entiendan que ponen en riesgo no solo a sus clientes, sino también a nosotros”, aseguran vecinos.

En este contexto, el juzgado debe analizar detalladamente el desacuerdo de los vecinos y la oposición del ayuntamiento para conceder la suspensión definitiva. Además de que los comerciantes no han exhibido las copias certificadas del amparo que tanto presumen.

La misma situación impera justo en la zona centro de la ciudad, donde cientos de comerciantes ambulantes hacen y deshacen a su antojo, ya que también están amparados.

“Ahora resulta que pueden obstruir la vía del peatón, no dejar ni circular los vehículos y atiborrar de mercancía solo porque están amparados, pues en ese caso, también nosotros como ciudadanos tenemos el derecho de ampararnos, pues todo eso nos ha rebasado”, aseguró otro de los quejosos.